Para convertirse en franquiciado de Zara, se requiere un capital inicial de entre 2 y 4 millones de euros. Además, el inversor debe disponer de un local comercial de unos 300 metros cuadrados en una zona de alta densidad de población y tráfico. El contrato de franquicia tiene una duración de 10 años, prorrogable por otros 5, y el canon de entrada asciende a un 3% del importe total invertido.
La franquicia de Zara incluye la apertura y el funcionamiento de una tienda, el asesoramiento y la formación del personal, la asistencia técnica y el marketing. La tienda debe cumplir una serie de requisitos técnicos y de imagen, y el franquiciado debe seguir las pautas establecidas por el grupo.
Zara se reserva el derecho de seleccionar a los candidatos que considere más adecuados para la franquicia, y el proceso de selección se realiza a través de una entrevista personal y de un análisis de la situación económica y financiera del candidato.