Para acceder a una vivienda protegida por el Estado, se deben cumplir unos requisitos mínimos. En primer lugar, es necesario tener unos ingresos mensuales determinados, que deben ser inferiores a unos límites establecidos por cada Comunidad Autónoma. También se debe acreditar que no se posee otra vivienda a tu nombre, y que no se está en posesión de un crédito hipotecario. Asimismo, es necesario residir en España de forma legal y permanente.
Para solicitar una vivienda protegida, se debe presentar la documentación requerida en el registro correspondiente. En ella se debe especificar la situación personal y económica del solicitante, así como los datos de la vivienda que se desea adquirir. La documentación requerida puede variar en función de la Comunidad Autónoma en la que se solicite la vivienda.
Una vez seleccionada la vivienda, se debe formalizar la solicitud ante notario. En este momento, se debe abonar una cantidad que será determinada en función de los ingresos del solicitante. Esta cantidad no suele ser muy elevada, y se puede pagar a plazos. Una vez abonada esta cantidad, se procederá a la firma del contrato de arrendamiento.