validez y eficacia de los actos administrativos

La validez de un acto administrativo es el cumplimiento de los requisitos y formalidades necesarios para que dicho acto produzca efectos jurídicos. En cuanto a la eficacia de un acto administrativo, ésta se refiere a su capacidad para producir los efectos jurídicos previstos, es decir, a si el acto es eficaz para el cumplimiento de su finalidad.

Para que un acto administrativo sea válido debe cumplir con una serie de requisitos y formalidades. En cuanto a los requisitos, éstos pueden ser de orden público o de orden privado. Los requisitos de orden público son aquellos que deben ser cumplidos necesariamente para que el acto pueda producir efectos, mientras que los requisitos de orden privado son aquellos que el interesado puede o no cumplir.

En cuanto a las formalidades, éstas son un conjunto de actos que deben ser cumplidos por la administración para que el acto pueda producir efectos. Las formalidades pueden ser de derecho público o de derecho privado. Las formalidades de derecho público son aquellas que deben ser cumplidas necesariamente por la administración para que el acto pueda producir efectos, mientras que las formalidades de derecho privado son aquellas que el interesado puede o no cumplir.

Una vez que un acto administrativo ha sido dictado, éste puede ser impugnado por el interesado en los casos previstos por la ley. La impugnación es el medio por el cual se pone en cuestión la validez o la eficacia del acto. Si la impugnación es fundada, es decir, si se demuestra que el acto es inválido o ineficaz, el acto será anulado o revocado, según corresponda.

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