Para ser técnico de hacienda, es necesario tener un título de grado medio o superior relacionado con las finanzas o la economía. También se requiere una buena capacidad de análisis y cálculo, así como un nivel avanzado de informática. En cuanto a las competencias técnicas, el técnico de hacienda debe tener un conocimiento amplio de la legislación tributaria y de las normas contables. Además, debe ser capaz de manejar las herramientas informáticas necesarias para el trabajo, como el software de contabilidad.
En cuanto a las competencias personales, el técnico de hacienda debe ser capaz de trabajar de forma independiente y tener un buen nivel de organización. También es importante que sea capaz de comunicarse de forma clara y eficaz, ya que muchas de sus tareas requieren el contacto con otras personas. Por último, el técnico de hacienda debe ser capaz de trabajar bajo presión y gestionar el estrés de forma adecuada.