Para ser socorrista se requiere de ciertos requisitos físicos y mentales. En primer lugar, es necesario tener una buena condición física, ya que se trata de un trabajo en el que se está constantemente en movimiento. Además, es importante tener reflejos rápidos y una buena coordinación para poder actuar en situaciones de emergencia. Por otro lado, es necesario tener una mente clara y tranquila para poder tomar las mejores decisiones en momentos de estrés. Asimismo, se requiere de un buen nivel de energía para poder estar alerta durante todo el turno. Finalmente, es importante tener un buen control emocional para poder lidiar con situaciones difíciles y con la presión que esto implica.