La sociedad en comandita simple es una forma de sociedad mercantil en la que conviven socios comanditarios y comanditarios. Los primeros, también llamados capitalistas, aportan el capital y no asumen responsabilidad personal por las deudas de la sociedad. Por su parte, los segundos, también llamados gestores o administradores, son los que llevan a cabo la gestión de la sociedad y sí responden personalmente ante terceros por las deudas contraídas por la misma.
Para constituir una sociedad en comandita simple, se requiere que al menos uno de los socios sea comanditario. No obstante, este tipo de sociedad puede funcionar con un único socio, en cuyo caso se tratará de una sociedad en comandita simple única.
En cuanto a los requisitos formales para la constitución de una sociedad en comandita simple, señalaremos que debe inscribirse en el Registro Mercantil y para ello se necesita:
Una vez que se hayan reunido todos estos requisitos, los socios deberán suscribir un contrato social en el que se recoja toda la información anterior. Este contrato social deberá ser notariado y, una vez notariado, se presentará en el Registro Mercantil competente para su inscripción.
La sociedad en comandita simple es una forma de sociedad mercantil muy utilizada en nuestro país, tanto por las ventajas que ofrece a los socios comanditarios como a los comanditarios. No obstante, es importante tener en cuenta que, al ser una forma de sociedad mixta, también presenta algunas desventajas, como la responsabilidad personal de los socios comanditarios ante terceros.