Una sociedad cooperativa es una asociación de personas que se unen de forma voluntaria para satisfacer sus necesidades y aspiraciones comunes a través de una empresa de propiedad colectiva. Las cooperativas tienen como principios fundamentales el control democrático de sus miembros, la responsabilidad limitada de sus socios, la participación de todos en la gestión de la cooperativa y el reparto equitativo de los beneficios.
Para constituir una cooperativa es necesario que se reúnan un número determinado de personas que decidan crear una cooperativa y que se comprometan a cumplir sus estatutos. En España, el número mínimo de socios para constituir una cooperativa es de cinco.
Una vez que se han reunido los socios fundadores, se debe elaborar un proyecto cooperativo en el que se detallen los objetivos y actividades de la futura cooperativa, así como el modelo de organización que se va a seguir.
El proyecto cooperativo debe ser aprobado por unanimidad por los socios fundadores y, una vez aprobado, se debe redactar un acta fundacional. En el acta fundacional se recogen los datos identificativos de la cooperativa y de sus socios, así como el texto del proyecto cooperativo.
Una vez que se ha redactado el acta fundacional, se debe inscribir la cooperativa en el registro mercantil correspondiente. Para inscribir la cooperativa en el registro mercantil es necesario que se presente una solicitud firmada por todos los socios, el acta fundacional y un documento acreditativo de que se ha designado a un administrador de la cooperativa.
Una vez que la cooperativa está inscrita en el registro mercantil, se considera constituida y operativa.