Skyrim se desarrolla en un mundo abierto, permitiendo a los jugadores explorar libremente el territorio del juego. A pesar de esto, el juego tiene una estructura central que se divide en misiones principales y misiones secundarias. Las misiones principales forman la historia principal del juego, mientras que las secundarias son tareas menores que no afectan al desarrollo de la trama. Aunque las misiones secundarias no son necesarias para completar el juego, proporcionan recompensas que pueden ser útiles para el jugador, como dinero, experiencia o objetos.
El juego se ambienta en la provincia ficticia de Skyrim, situada en el norte de Tamriel, la tierra de los elfos. La provincia está habitada por varias razas, incluyendo humanos, elfos, enanos y hombres-lobo. Cada raza tiene sus propias culturas y tradiciones, lo que les da una identidad única en el juego. A lo largo de la historia, la provincia ha estado involucrada en muchas guerras y conflictos, lo que ha dejado una marca profunda en sus habitantes.
Para poder jugar a Skyrim es necesario tener un ordenador con ciertos requisitos mínimos. El juego requiere un procesador de doble núcleo a 2 GHz, 2 GB de memoria RAM y un tarjeta gráfica de 512 MB. También es necesario tener un disco duro de 6 GB de espacio libre.