Para jugar a Sekiro: Shadows Die Twice necesitarás un PC con Windows 7 64-bit, 8.1 o 10, con un procesador Intel Core i3-2100 o AMD FX-6300, y 8 GB de RAM. En cuanto al espacio en disco duro, necesitarás 25 GB libres.
En cuanto a la tarjeta gráfica, necesitarás una NVIDIA GeForce GTX760 o AMD Radeon HD 7950 con 2 GB de VRAM.
Si quieres jugar a Sekiro: Shadows Die Twice en modo portátil, necesitarás una Nintendo Switch con el sistema actualizado a la última versión.