La suspensión de la pena de prisión es un beneficio que puede concederse a un condenado a pena de prisión, que consiste en que no se haga efectiva la condena, dejando en libertad al condenado. No obstante, el beneficio de la suspensión de la pena de prisión no es automático, y para que el mismo pueda ser concedido el condenado deberá cumplir una serie de requisitos.
En primer lugar, para que el beneficio de la suspensión de la pena de prisión pueda ser concedido, el condenado deberá haber cumplido la mitad de la pena que le fue impuesta. No obstante, en algunos casos podrá concederse la suspensión de la pena de prisión sin que el condenado haya cumplido la mitad de la pena, siempre que el tribunal estime que el condenado reúne las circunstancias personales favorables que señala la ley.
Asimismo, para que la suspensión de la pena de prisión pueda concederse, es necesario que el condenado no haya cometido ningún delito durante el tiempo que ha estado cumpliendo la pena de prisión. No obstante, en algunos casos podrá concederse la suspensión de la pena de prisión aunque el condenado haya cometido un delito durante el tiempo que ha estado cumpliendo la pena de prisión, siempre que el tribunal estime que el condenado reúne las circunstancias personales favorables que señala la ley.
Por último, para que el beneficio de la suspensión de la pena de prisión pueda ser concedido, es necesario que el condenado no haya cometido ningún delito desde la condena. No obstante, en algunos casos podrá concederse la suspensión de la pena de prisión aunque el condenado haya cometido un delito desde la condena, siempre que el tribunal estime que el condenado reúne las circunstancias personales favorables que señala la ley.