Los requisitos SMART son una guía para la formulación de objetivos y metas. Se basa en las siglas inglesas S.M.A.R.T. que significan: Specific (Específico), Measurable (Medible), Achievable (Realizable), Relevant (Relevante) y Time-bound (Temporal).
Esta metodología se usa mucho en el área de project management o gestión de proyectos, para planificar, controlar y evaluar el desarrollo y alcance de los objetivos de un proyecto.
Cada una de las letras de SMART representa una característica importante que debe tener un objetivo para que pueda considerarse como tal:
S (Specific): Un objetivo debe ser lo suficientemente claro y concreto. No debe dejar lugar a dudas o interpretaciones. Debe responder a las preguntas: ¿Qué? ¿Por qué? ¿Para quién? ¿En qué contexto?
M (Measurable): Un objetivo debe ser medible para poder ser controlado y evaluado. Deben establecerse unos criterios claros y objetivos para saber si se está alcanzando el objetivo o no. Se debe responder a la pregunta: ¿Cómo sabré si lo he conseguido?
A (Achievable): Un objetivo debe ser realista y alcanzable. No debe ser ni demasiado fácil ni imposible de lograr. Debe estar en función de las capacidades y recursos disponibles. Se debe responder a la pregunta: ¿Es posible conseguirlo?
R (Relevant): Un objetivo debe ser relevante y estar en consonancia con los objetivos generales de la empresa o del proyecto. No debe ser ni irrelevante ni innecesario. Se debe responder a la pregunta: ¿Por qué es importante lograrlo?
T (Time-bound): Un objetivo debe tener un plazo o una fecha límite para ser cumplido. Debe ser un objetivo a corto, medio o largo plazo, pero siempre con una fecha límite concreta. Se debe responder a la pregunta: ¿Cuándo lo quiero lograr?
Por lo tanto, podemos decir que un objetivo SMART es un objetivo que es específico, medible, alcanzable, relevante y temporalmente limitado.