La protección subsidiaria es un mecanismo de protección internacional que tiene como finalidad garantizar a las personas que no reúnen los requisitos para obtener la protección internacional, el derecho a recibir una protección complementaria. Protección subsidiaria se basa en el principio de no refugio, que establece que las personas que no cumplen los requisitos para obtener la protección internacional no tienen derecho a recibirla. No obstante, en virtud del principio de no refugio, las personas que no reúnen los requisitos para obtener la protección internacional tienen derecho a recibir una protección complementaria, que se denomina protección subsidiaria. Protección subsidiaria se otorga a las personas que no reúnen los requisitos para obtener la protección internacional, pero que se encuentran en una situación de vulnerabilidad que hace que no puedan ser repatriadas de forma segura.