Para jugar a Smite, primero necesitas cumplir unos requisitos mínimos del sistema. En primer lugar, necesitas tener un ordenador con Windows 7 o superior. Además, necesitarás un procesador de 2 GHz o superior, 2 GB de RAM y una tarjeta de vídeo de 512 MB. También necesitarás una conexión a Internet de 3 Mbps o superior para poder jugar.
Una vez que hayas cumplido todos los requisitos anteriores, podrás descargar Smite de forma gratuita desde su sitio web. Una vez que hayas descargado e instalado el juego, podrás registrarte y empezar a jugar. Si todavía no estás seguro de si podrás jugar o no, siempre puedes probar el juego en modo de prueba antes de registrarte.