Para acceder a la prestación no contributiva, se deben cumplir unos requisitos de carencia y de renta. En cuanto a la carencia, se debe acreditar una situación de discapacidad o jubilación por invalidez, así como una situación de exclusión o gran invalidez, o bien, una situación de especial protección por cese de actividad. En cuanto a la renta, se debe tener una renta per cápita igual o inferior a una cantidad determinada en función de la unidad de convivencia.
En algunos casos especiales, también se puede acceder a esta prestación si se está en una situación de riesgo o desempleo de larga duración, o bien, si se está en una situación de vulnerabilidad.