Para percibir la prestación por desempleo, además de tener la condición de demandante de empleo, hay que cumplir una serie de requisitos:
- Haber cotizado un mínimo de 360 días en los últimos 5 años anteriores a la fecha de extinción del contrato de trabajo.
- No haber cobrado una indemnización por despido improcedente superior a 40.000 euros.
- Estar inscrito como demandante de empleo en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).
- No percibir otra prestación por desempleo, salvo en los casos de prestación por cese de actividad o prestación contributiva por desempleo de larga duración.
- No rechazar una oferta de empleo adecuada.
La prestación por desempleo se abona mensualmente, por adelantado, y su cuantía se calcula en función de los días cotizados en los últimos 5 años.
La prestación tiene una duración máxima de 24 meses, aunque si el trabajador es menor de 25 años, la prestación se podrá prorrogar hasta los 36 meses siguientes a la finalización del contrato de trabajo.