La pensión no contributiva es una prestación económica mensual que se otorga a aquellas personas mayores de 65 años que no reúnen los requisitos para percibir la pensión contributiva. Para poder acceder a esta prestación, es necesario que la persona haya residido en España durante al menos 10 años y que carezca de recursos suficientes para mantenerse. No obstante, existen algunas excepciones para aquellas personas que no cumplan con este requisito de residencia.
En el caso de los extranjeros no comunitarios, se podrá acceder a la pensión no contributiva si se cumplen una serie de requisitos, entre los que se encuentran:
Para aquellas personas que no cumplan con el requisito de residencia, se podrá acceder a la pensión no contributiva si se acredita que la persona no dispone de recursos suficientes para mantenerse y que se encuentra en situación de vulnerabilidad. En este caso, se deberá presentar una solicitud ante el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y aportar los documentos necesarios que acrediten la situación de vulnerabilidad.