Los ciudadanos de la Unión Europea, incluidos los británicos, no necesitan visado para entrar en Portugal. Sin embargo, deberán presentar un documento de identidad válido, como un pasaporte o una tarjeta de identidad de la UE.
Los visitantes no pertenecientes a la UE deben consultar a las autoridades portuguesas pertinentes para obtener información sobre los visados y los permisos de residencia.
Se recomienda encarecidamente a los visitantes que se aseguren de que disponen de todos los documentos necesarios antes de emprender el viaje.