A partir del 3 de julio, los ciudadanos de la Unión Europea, el Espacio Schengen, el Reino Unido, Irlanda del Norte, Andorra, Monaco, San Marino y Vaticano podrán entrar en Italia sin restricciones. Todos los viajeros, independientemente de su nacionalidad, deberán presentar al llegar al país un certificado de viaje en el que figuren los datos de contacto y el itinerario previsto. Los niños menores de 14 años están exentos de esta obligación.
Los ciudadanos de otros países podrán entrar en Italia para visitar a familiares o amigos, para asuntos de trabajo, para estudios o para motivos de salud. En todos los casos, deberán presentar al llegar al país una declaración responsable en la que figuren los datos de contacto y el itinerario previsto. Los niños menores de 14 años están exentos de esta obligación.
Los ciudadanos de otros países que deseen entrar en Italia por motivos de turismo deberán esperar a que se levanten las restricciones a la entrada en el país. No se conoce todavía cuándo será eso, pero se espera que no antes de agosto.