Italia ha reabierto sus fronteras a los viajeros de la Unión Europea, el Espacio Schengen, el Reino Unido, Irlanda del Norte, Andorra, Mónaco, San Marino y Vaticano a partir del 3 de junio de 2020. No se requerirá a los viajeros que presenten un certificado de prueba de coronavirus ni que se sometan a una cuarentena obligatoria. Aunque las autoridades italianas no exigen a los visitantes que presenten un certificado de prueba de coronavirus, se recomienda que todos los viajeros se hagan una prueba antes de viajar y que viajen con una copia del resultado de la prueba. Todos los viajeros que lleguen a Italia deberán completar un formulario de declaración de salud antes de ingresar al país. Los visitantes también deberán someterse a un control de temperatura al llegar a Italia y podrán ser sometidos a un control de salud adicional si las autoridades lo consideran necesario.
Aunque no se requiere que los visitantes se sometan a una cuarentena obligatoria al llegar a Italia, se les recomienda que se queden en casa o en su alojamiento durante los primeros 14 días de su estadía. Se les pedirá que completen un formulario de seguimiento de salud al llegar al país y deberán registrarse en el sistema de rastreo de contactos de Italia si es necesario. Las personas que no cumplan con estas medidas podrán ser multadas con una multa de 3.000 euros. Se espera que las personas que viajan a Italia de los países de la Unión Europea, el Espacio Schengen, el Reino Unido, Irlanda del Norte, Andorra, Mónaco, San Marino y Vaticano cumplan con todas las medidas de salud y seguridad mencionadas anteriormente.