Para vender alimentos caseros, debes cumplir con una serie de requisitos sanitarios y legales. En primer lugar, necesitas tener una licencia de alimentos y, en algunos casos, un permiso de funcionamiento. Además, es importante que tus alimentos estén hechos en un ambiente limpio y seguro, y que sigas todas las medidas de higiene y seguridad alimentaria. También debes asegurarte de que tus alimentos estén etiquetados correctamente, incluyendo la información nutricional y de contacto. Finalmente, debes tener un seguro de responsabilidad civil para cubrir cualquier posible reclamación por enfermedad o daño causado por tus alimentos.