Para poder solicitar una patente es necesario cumplir una serie de requisitos, ya que no todos los inventos son patentables. En primer lugar, el invento debe ser nuevo, es decir, que no se haya divulgado o publicado en ningún lugar del mundo con anterioridad a la solicitud de patente. En segundo lugar, el invento debe tener aplicación industrial, es decir, que pueda ser utilizado con fines comerciales o industriales. Y en tercer lugar, el invento debe ser suscetible de patentarse, es decir, que no se trate de un descubrimiento natural, un método matemático o una obra literaria.
Una vez que se cumplen estos requisitos, se puede solicitar la patente. Para ello, se debe presentar la solicitud de patente ante el Organismo Nacional de la Propiedad Industrial (ONPI), que es el órgano competente para tramitar las patentes en Chile. La solicitud de patente debe ser acompañada de la descripción detallada del invento, así como de un dibujo o modelo que permita su visualización.
La solicitud de patente debe ser tramitada por un abogado o patentista, ya que el proceso es bastante técnico y requiere de un conocimiento especializado. Una vez que se presenta la solicitud, se inicia el proceso de examen, que tiene como objetivo determinar si el invento cumple con los requisitos necesarios para ser patentado. Si el invento es patentable, se otorga la patente y se publica la descripción del invento en el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial. La patente tiene una duración de 20 años, a partir de la fecha de presentación de la solicitud, y es renovable por períodos de 5 años.