requisitos para una nacionalidad española

Para solicitar la nacionalidad española por residencia, debes cumplir una serie de requisitos:

Residir legalmente en España durante un mínimo de diez años.
No haber sido condenado en España o en el extranjero por un delito considerado grave o muy grave según la legislación española.
No estar separado legalmente o divorciado, si se trata de una persona casada con un ciudadano español.
No haber sido objeto de una sentencia condenatoria firme por un delito contra la seguridad del Estado.
Estar al corriente de las obligaciones tributarias y con la Seguridad Social.
No padecer enfermedad mental o física que impida hacer frente a sus obligaciones cívicas.
No haber sido separado del servicio militar por una sanción disciplinaria.
No haber sido condenado por un delito cometido en el extranjero que, según la legislación española, sea considerado un delito grave o muy grave.
No estar impedido por orden judicial para el ejercicio de derechos fundamentales y libertades públicas.

Además, para solicitar la nacionalidad española debes:

Tener 18 años de edad cumplidos, salvo en el caso de las personas menores de edad que sean víctimas de violencia de género o de explotación sexual, en cuyo caso la edad mínima es de 16 años.
No haber sido excluido del derecho a la nacionalidad española.
No haber perdido voluntariamente la nacionalidad española.
No estar en situación de rebeldía.
Estar en posesión de un título de residencia en España de larga duración, salvo en el caso de las personas menores de edad nacidas en España cuyos padres o madres sean ciudadanos españoles.
Aprobar el Examen de Constitución Española y Sociedad.
No tener antecedentes penales en España o en el extranjero.
No haber sido objeto de una sentencia condenatoria firme por un delito contra la seguridad del Estado.
Estar al corriente de las obligaciones tributarias y con la Seguridad Social.
No padecer enfermedad mental o física que impida hacer frente a sus obligaciones cívicas.
No haber sido separado del servicio militar por una sanción disciplinaria.
No haber sido condenado por un delito cometido en el extranjero que, según la legislación española, sea considerado un delito grave o muy grave.
No estar impedido por orden judicial para el ejercicio de derechos fundamentales y libertades públicas.