Los requisitos para una hipoteca joven son bastante sencillos. Tienes que ser mayor de 18 años y tener una fuente de ingresos demostrable. Además, tendrás que demostrar que tienes una capacidad de pago adecuada para hacer frente a la hipoteca. Es posible que también tengas que hacer un depósito inicial, aunque esto varía según el prestamista. Si cumples con estos requisitos, podrás solicitar una hipoteca joven para adquirir tu vivienda.
En algunos casos, los requisitos para una hipoteca joven pueden ser más exigentes. Por ejemplo, si no tienes una fuente de ingresos demostrable, es posible que tengas que solicitar un avalista. También es posible que se requiera un depósito inicial más alto si no se dispone de una buena historia de crédito. Si no cumples con los requisitos de una hipoteca joven, es posible que tengas que solicitar una hipoteca convencional.
Los requisitos para una hipoteca joven suelen ser menos exigentes que para una hipoteca convencional. Esto se debe a que las hipotecas jóvenes están diseñadas específicamente para personas que no cumplen con los requisitos de una hipoteca convencional. Sin embargo, es importante tener en cuenta que, incluso si cumples con los requisitos de una hipoteca joven, es posible que no te concedan la hipoteca si no se dispone de una buena historia de crédito.