Para ser considerada familia numerosa, según la ley española, se deben cumplir unos requisitos concretos. En primer lugar, el número de hijos que se tenga en común no puede ser inferior a tres. Aunque, si uno de ellos está discapacitado, el requisito mínimo de hijos se reduce a dos. En segundo lugar, todos los hijos deben ser menores de 25 años y, además, estar incluidos en el mismo hogar. Es decir, que, si un hijo ya ha abandonado el domicilio familiar, la familia numerosa ya no podrá beneficiarse de esta condición. Y, en tercer lugar, los padres o tutores legales no deben estar separados ni divorciados, aunque sí pueden estar viudos. No obstante, existen unas excepciones a este último requisito. En concreto, si los hijos viven alternativamente en casa de cada uno de los padres, seguirán considerándose familia numerosa.
Una vez que se cumplen estos requisitos, la familia puede solicitar el certificado de familia numerosa. Para ello, deberán acreditar el parentesco y el domicilio común de todos los miembros de la familia. También deberán acreditar la edad de todos los hijos, así como la situación de discapacidad de aquellos que la tengan. Y, por último, deberán acreditar el estado civil de los padres o tutores legales.
Una vez que se tramita el certificado, la familia numerosa podrá beneficiarse de una serie de descuentos y ventajas en diferentes ámbitos, como en el transporte, en el turismo o en la cultura. No obstante, cabe destacar que, en la actualidad, cada comunidad autónoma tiene unas condiciones y unos beneficios propios, por lo que es importante informarse bien antes de solicitar el certificado.