Un contrato de luz es un documento por el que se establece una relación contractual entre una persona y una empresa de suministro de electricidad. En el contrato se establecen una serie de cláusulas y condiciones a las que se compromete el suministrador y el usuario.
Para poder contratar un suministro de electricidad es necesario que el usuario cumpla una serie de requisitos y tenga a su disposición cierta documentación. En primer lugar, el usuario debe ser mayor de edad y tener capacidad de obrar. Además, es necesario que el domicilio al que se va a suministrar la electricidad esté en una zona en la que la empresa tenga previsto prestar el servicio.
La documentación necesaria para poder contratar el suministro eléctrico es la factura del último suministro de electricidad y el NIF o CIF del titular. En algunos casos, también se puede solicitar la tarjeta de identidad del usuario.
Una vez que se reúnen todos los requisitos y se dispone de la documentación necesaria, el usuario debe solicitar el suministro eléctrico a la empresa de su elección. A continuación, se realizará una visita técnica para comprobar que el domicilio cumple con todos los requisitos necesarios para el suministro.
Una vez que se ha realizado la visita técnica, se creará el contrato de luz y se establecerán las condiciones y cláusulas que regulan la relación entre el suministrador y el usuario. En el contrato se especificarán, entre otras cosas, el precio del suministro, el importe de la factura y las condiciones de facturación.
Una vez que se ha creado el contrato, se procederá a la instalación del suministro eléctrico en el domicilio del usuario. A partir de ese momento, el usuario podrá empezar a disfrutar del servicio de electricidad.