Los requisitos para transportar caballos son muy estrictos, y deben seguirse al pie de la letra para garantizar la seguridad y el bienestar de los animales. Si no se cumplen estos requisitos, el caballo no podrá viajar y será devuelto a su origen.
Para transportar un caballo en un vehículo, es necesario que el vehículo cumpla con ciertas condiciones de seguridad y espacio. Debe haber un compartimento separado para el caballo, que esté limpio y seco. El compartimento debe tener una ventilación adecuada y estar libre de peligros.
El conductor del vehículo debe tener una licencia de conducción válida y estar familiarizado con las leyes de tráfico. Debe llevar consigo la documentación necesaria para el tránsito, como el permiso de circulación y el certificado de sanidad.
El caballo debe ir suelto y sin arnés, y debe estar acostumbrado al transporte. Si el caballo no está acostumbrado, debe ser entrenado antes del viaje. El entrenamiento consiste en acostumbrar al caballo a los sonidos y movimientos del vehículo, así como a pararse y caminar en línea recta.
La duración del viaje debe ser adecuada para el caballo, y debe hacerse en condiciones climáticas favorables. Si el viaje es muy largo, es necesario hacer paradas regulares para que el caballo pueda descansar y beber agua.
Al llegar a destino, el caballo debe ser descargado con cuidado y llevado a un lugar seguro. Debe estar atado de forma adecuada y protegido del sol y del viento. El caballo debe tener acceso a agua y comida, y debe ser revisado por un veterinario si es necesario.