Para trabajar como técnico de laboratorio, se requiere de una formación técnica en análisis y química. Se debe ser capaz de comprender los procedimientos de trabajo y de interpretar los resultados. Es fundamental tener habilidades manuales para manipular los equipos y aparatos de laboratorio. Asimismo, es necesario tener disciplina y precisión en el trabajo, ya que se trata de un área en la que los resultados pueden tener consecuencias muy importantes. Otro requisito es tener capacidad de análisis y de síntesis, para poder interpretar los resultados y, en función de ellos, tomar las decisiones adecuadas. También es importante tener habilidades de comunicación, para poder transmitir los resultados de manera clara y precisa.
En cuanto a la formación académica, es necesario tener un título de grado en Ciencias Químicas o en Análisis y Control de Calidad. También se valorará la experiencia en el área, así como el conocimiento de idiomas, especialmente del inglés. Se requerirá, además, una aptitud física adecuada para el trabajo, ya que es necesario estar de pie durante largos periodos de tiempo y manipular equipos y materiales pesados.