Para tomar huellas dactilares de una persona, se necesita una superficie plana, lisa y limpia. El operador debe asegurarse de que la mano del sujeto esté libre de suciedad, sudor o cualquier otro material que pueda obstruir la captura de la huella. Además, el sujeto debe colocar su mano sobre la superficie de tal manera que los dedos estén extendidos y separados, y que la palma de la mano esté en contacto con la superficie. Una vez que se hayan tomado las huellas, se debe asegurar de que sean legibles y de alta calidad, de lo contrario, no serán útiles para ningún propósito.
Existen diferentes requisitos para la toma de huellas dactilares, dependiendo del propósito para el que se van a utilizar. Las huellas tomadas para la identificación de una persona deben ser legibles y de alta calidad, ya que se van a comparar con una base de datos de huellas dactilares. Las huellas que se toman para la verificación de la identidad de una persona deben ser lo suficientemente detalladas como para que puedan ser comparadas con las huellas que se encuentran en su documento de identidad. Las huellas que se toman para fins investigativos deben ser lo suficientemente nítidas como para permitir una identificación precisa.