Para solicitar una hipoteca es necesario cumplir una serie de requisitos. En primer lugar, es necesario tener nacionalidad española o ser ciudadano de la Unión Europea. También se requiere tener un contrato de trabajo fijo y estable, ya que de esta forma se demuestra que se tiene una fuente de ingresos regulares. Otro de los requisitos es no estar inscrito en el fichero de ASNEF ni en ningún otro fichero de morosidad. En algunos casos, el banco exige que el solicitante de la hipoteca tenga un seguro de vida o un seguro de hogar para cubrir el préstamo en caso de fallecimiento o de incapacidad permanente.
Para calcular el importe de la hipoteca, el banco tiene en cuenta diversos factores, como la edad del solicitante, su estado civil y si tiene hijos a su cargo. Asimismo, se tienen en cuenta otros ingresos que pueda tener el solicitante, como rentas o pensiones. En cuanto al plazo de la hipoteca, este suele ser de entre 20 y 30 años, aunque en algunos casos puede ser más largo.
Para pagar la hipoteca se realiza una cuota mensual, la cual se calcula en función del importe del préstamo, el plazo de amortización y el tipo de interés. El tipo de interés puede ser fijo, en cuyo caso la cuota mensual no varía durante todo el plazo de amortización, o variable, en cuyo caso la cuota mensual puede variar en función de las fluctuaciones del mercado.