Para solicitar la residencia en España, los extranjeros deben reunir una serie de requisitos, entre los que se encuentran:
- Tener un pasaporte o documento de viaje válido.
- No estar impedido de entrar o permanecer en España por razones de seguridad nacional o de orden público.
- No haber sido expulsado del territorio nacional.
- No figurar en el Registro Central de Penados y Rebeldes.
- No haber sido objeto de sanción por incumplimiento de la legislación sobre extranjería.
- Disponer de medios de subsistencia suficientes para el ingreso y permanencia en España, así como para la atención de su familia, en caso de que la tuviera consigo.
- No estar afectado por enfermedad que suponga un riesgo para la salud pública.
- No haber sido condenado, con sentencia firme, por un delito considerado grave o muy grave según la legislación española.
- No haber sido condenado, con sentencia firme, por un delito cometido en el extranjero que, según la legislación española, sea considerado grave o muy grave.
- No se halle en situación de rebeldía o fuga, en virtud de requerimiento judicial pendiente de ejecución, dictado por autoridad competente de un Estado miembro de la Unión Europea, en relación con un delito considerado grave o muy grave según la legislación española.
Los requisitos anteriores se deben acreditar mediante documentación. Además, los solicitantes deberán presentar la documentación necesaria para justificar el objeto y las condiciones de su estancia en España, así como el cumplimiento de los requisitos exigidos.