Para solicitar la incapacidad permanente, deberás reunir los siguientes requisitos:
- Tener la edad y cotización mínima requeridas.
- Haber agotado todos los periodos de excedencia por cuidado de familiares sin derecho a subsidio.
- Haber agotado las prestaciones por desempleo y/o subsidio de cese de actividad.
- Estar al corriente en el pago de las cuotas a la Seguridad Social.
- No estar incorporado a la actividad laboral en ningún tipo de contrato, ni percibiendo prestación por desempleo, ni realizando trabajos por cuenta propia.
- No haber rechazado una oferta de empleo adecuada a tu capacidad reconocida, salvo justificación debidamente acreditada.
- No estar en prisión ni en un régimen de internamiento.
- Haber superado la fase de rehabilitación profesional, en su caso.
- Acreditar la incapacidad permanente mediante informe médico oficial.
Una vez que hayas reunido todos los requisitos, deberás presentar la solicitud de incapacidad permanente a tu centro de salud. Allí, se realizará una valoración médica exhaustiva para determinar si eres o no apto para el trabajo. Una vez que se haya emitido el informe médico, se enviará a la Seguridad Social para que estudie tu solicitud y tome una decisión.
Si la Seguridad Social estima que cumples con los requisitos y que tu incapacidad es permanente, te concederá la prestación económica por incapacidad permanente. En caso contrario, denegará tu solicitud.