Para ser una persona normal en la mayoría de las sociedades, se requiere cumplir ciertos requisitos. En primer lugar, se debe ser un ciudadano de ese país y, por lo tanto, seguir sus normas y leyes. En segundo lugar, la persona debe ser apta física y mentalmente para vivir de forma independiente. Y, en tercer lugar, se espera que la persona se comporte de una manera aceptable socialmente y respete a los demás.
Cumplir con estos requisitos no garantiza que una persona sea considerada normal en todas las situaciones. Por ejemplo, una persona puede ser considerada anormal si su forma de vestir o de hablar es muy diferente a la de la mayoría de la gente. También se puede considerar anormal a alguien que tenga una conducta muy agresiva o violenta. En general, se considera que una persona es anormal si se comporta de una manera que no es aceptada socialmente.