Para ser transportista autónomo, es necesario cumplir con una serie de requisitos:
- Ser mayor de edad y tener un permiso de conducción válido.
- Contar con un vehículo adecuado para el transporte de mercancías.
- Estar inscrito en el Registro de Conductores de Vehículos de Mercancías (RCV) y contar con un carné de conducir de la categoría C o D.
- Disponer de seguro de responsabilidad civil obligatorio para transportistas.
- Cumplir con la normativa vigente en materia de tiempos de conducción y descanso.
- Estar en posesión de la Certificación de Capacitación para el Transporte de Mercancías Peligrosas (ADR), en el caso de que se transporten mercancías peligrosas.
- Realizar una Declaración Anual de Actividades y abonar el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE).
En el caso de que el transportista autónomo preste servicios a una empresa, ésta deberá ser la responsable de contratar el seguro de responsabilidad civil y de cubrir los costes asociados al carné de conducir y a la certificación ADR.