Para ser policía local en España, se requiere, como mínimo, estar en posesión de un título universitario de Grado Medio en Formación Profesional de la rama de Seguridad y Salud en el Trabajo o en Educación Social. Asimismo, es imprescindible superar un examen de acceso a la función pública y, posteriormente, un curso de formación específico de policía local.
Una de las principales ventajas de ser policía local es la estabilidad laboral que ofrece el puesto, ya que se trata de un empleo de carácter público. Otro de los puntos a favor es la flexibilidad horaria, ya que los policías locales suelen trabajar en turnos rotativos.
En cuanto a desventajas, una de las principales es el bajo sueldo inicial, aunque este puede ir incrementándose a medida que se avanza en la carrera. Otra de las principales es la falta de promoción, ya que para acceder a puestos de mayor responsabilidad se suele tener que pasar por oposiciones.
En cuanto a tatuajes, cada policía local es libre de decidir si quiere hacerse uno o no. No obstante, hay que tener en cuenta que no todos los tatuajes son permitidos. Los más comunes suelen ser los relacionados con el cuerpo y la mente, como los símbolos religiosos o los de militancia política. Asimismo, también están prohibidos los tatuajes ofensivos o que puedan dar lugar a confusión, como los de marcas de tabaco o bebidas alcohólicas.