Los mediadores familiares son profesionales especializados en la mediación de conflictos familiares. Su objetivo es ayudar a las familias a resolver sus conflictos de una manera pacífica y eficaz. Para ser mediador familiar, se requieren ciertas cualidades y capacidades:
Ser mediador familiar requiere tener una buena capacidad de escucha. Los mediadores deben ser capaces de escuchar activamente a todas las partes involucradas en el conflicto. También deben ser capaces de identificar las necesidades y preocupaciones de cada una de las partes. Los mediadores familiares también deben ser capaces de comunicarse eficazmente. Deben ser capaces de transmitir claramente sus ideas y soluciones de manera clara y concisa. También deben ser capaces de negociar eficazmente entre las partes en conflicto. Los mediadores familiares deben ser capaces de establecer y mantener el control de la situación. Deben ser capaces de mantener la calma en momentos de tensión y de evitar que las situaciones se escalen. Los mediadores familiares deben ser capaces de tomar decisiones imparciales y justas. Deben ser capaces de analizar todos los aspectos del conflicto y tomar decisiones basadas en hechos y en lo que es mejor para todas las partes involucradas. Los mediadores familiares deben ser capaces de manejar la presión. Deben ser capaces de trabajar bajo presión y mantener la calma en momentos de estrés. Los mediadores familiares deben ser resilientes. Deben ser capaces de trabajar duro y mantenerse positivos a pesar de las adversidades. Los mediadores familiares deben ser comprensivos. Deben ser capaces de ponerse en el lugar de las otras personas y entender sus puntos de vista. Los mediadores familiares deben ser imparciales. Deben ser capaces de tratar a todas las personas de manera justa y equitativa. Los mediadores familiares deben ser confiables. Deben ser capaces de mantener la confidencialidad de las informaciones que se les proporcionen. Los mediadores familiares deben ser creativos. Deben ser capaces de encontrar soluciones creativas a los problemas. Los mediadores familiares deben ser persistentes. Deben ser capaces de trabajar duro y no desistir hasta que se alcance una solución satisfactoria para todas las partes involucradas.