La mediación es un proceso de solución de conflictos que permite a las partes involucradas en una controversia llegar a un acuerdo de manera voluntaria y amistosa, a través de la intervención de un tercero imparcial: el mediador. En España, para ejercer la mediación es necesario obtener la habilitación legal correspondiente.
La habilitación legal para ejercer la mediación se realiza mediante la obtención de un título de mediador, expedido por la Comunidad Autónoma en la que se va a ejercer. Para obtener este título, el aspirante a mediador debe superar un examen y cumplir una serie de requisitos, entre los que se encuentran:
Una vez superado el examen de habilitación legal y obtenido el título de mediador, el nuevo mediador deberá inscribirse en el Registro de Mediadores de la Comunidad Autónoma donde ejercerá su profesión.