Para ser mediador, se requiere formación y capacitación. No obstante, el mediador debe reunir una serie de cualidades personales y habilidades para el ejercicio de su función. En cuanto a las cualidades personales, el mediador debe ser:
En relación con las habilidades, el mediador debe ser capaz de:
Por último, el mediador debe tener conocimientos específicos sobre el conflicto y las partes en conflicto. Esto le permitirá comprender mejor el conflicto y, por lo tanto, facilitar su resolución.