Para ser inspector de hacienda se requiere, en primer lugar, tener la nacionalidad española. En segundo lugar, no poder haber sido separado mediante expediente disciplinario del cuerpo al que pertenezca o haber sido condenado por sentencia firme por un delito doloso. Y, en tercer lugar, se requiere tener una antigüedad mínima de cinco años en el cuerpo de inspectores de hacienda, contados a partir de la fecha de toma de posesión del destino en el escalafón general de ingreso.
Asimismo, se requiere haber superado el correspondiente curso de formación específica y, en su caso, el de adaptación al cuerpo. Y, finalmente, tener una idoneidad física y psíquica para el ejercicio de las funciones propias del destino.