Ser escritor requiere de un vocabulario amplio y variado. No basta con conocer las palabras más comunes, sino que es necesario buscar y utilizar aquellas que sean más precisas para lo que se quiere expresar. Aprender nuevas palabras es una tarea constante para todo escritor que se precie de tal.
La ortografía y la gramática son otras de las herramientas indispensables para cualquier escritor. Es necesario tener un buen dominio de las reglas para que el texto resulte fluido y comprensible para el lector. Aunque existen programas de corrección, ninguno de ellos es perfecto, y es el propio escritor el que debe asegurarse de que el texto está correctamente escrito.
Imaginar historias, personajes y escenarios es otra de las tareas principales de todo escritor. Deben ser capaces de crear mundos de la nada y hacer que el lector se sienta dentro de ellos. Es necesario tener una gran capacidad de imaginación para ser un buen escritor.
Ser escritor requiere mucha disciplina. No basta con tener una buena idea, sino que es necesario ponerse a trabajar duro para llevarla a cabo. Muchas veces es necesario sacrificar otras actividades para poder dedicar el tiempo suficiente a la escritura. Sin disciplina es muy difícil terminar un libro.
Al igual que la disciplina, la constancia es otra de las cualidades necesarias para todo escritor. No basta con escribir unas cuantas páginas, sino que es necesario ser constante y escribir todos los días para poder terminar un libro. Muchos escritores abandonan su obra por falta de constancia.