requisitos para reduccion de senos por la seguridad social

La reducción de mamas es una cirugía que se realiza para eliminar el exceso de tejido mamario y reducir el tamaño de las mamas. Esta cirugía se puede realizar tanto en mujeres con mamas grandes que causan dolor y molestias, como en aquellas que quieren mejorar su apariencia.

La reducción de mamas está cubierta por la Seguridad Social si se cumplen ciertos criterios. En concreto, la cirugía debe estar indicada por un médico y debe ser necesaria para mejorar la salud de la paciente. Asimismo, la cirugía debe ser realizada por un cirujano plástico con experiencia en este tipo de intervenciones.

Para que la cirugía de reducción de mamas esté cubierta por la Seguridad Social, la paciente debe padecer una deformidad mamaria que le cause molestias físicas y/o psicológicas. En concreto, la cirugía está indicada en aquellas mujeres que presentan dolor en la espalda, cuello o hombros, o que tienen problemas para realizar actividades cotidianas como vestirse o dormir debido al tamaño de sus mamas. Asimismo, la cirugía puede estar indicada en aquellas mujeres que presentan depresión o ansiedad debido al tamaño y/o forma de sus mamas.

La cirugía de reducción de mamas está contraindicada en aquellas mujeres que no han terminado su crecimiento, ya que el tamaño de las mamas suele cambiar durante la pubertad. Asimismo, la cirugía no está recomendada en aquellas mujeres que tienen problemas de salud que puedan complicar la intervención o el periodo de recuperación.

Si cumples los requisitos para someterte a una cirugía de reducción de mamas, deberás seguir unas pautas preoperatorias antes de la intervención. En concreto, deberás dejar de fumar unos días antes de la cirugía, así como evitar tomar determinados medicamentos o suplementos que puedan interferir en la intervención. Asimismo, es posible que el cirujano te pida que pierdas peso antes de la cirugía, ya que esto puede mejorar la calidad de la piel y reducir el riesgo de complicaciones.

La cirugía de reducción de mamas suele durar entre 2 y 4 horas, y se realiza bajo anestesia general. En concreto, el cirujano realiza una incisión en la mama para eliminar el exceso de tejido mamario y, en algunos casos, también se realiza una reducción de la areola. Finalmente, el cirujano cierra la herida con puntos o grapas, y aplica una faja de compresión para minimizar el edema.

La recuperación de la cirugía de reducción de mamas suele ser relativamente rápida, y la mayoría de las mujeres pueden abandonar el hospital al día siguiente de la intervención. Durante las primeras semanas, es posible que la paciente experimente dolor y molestias, así como edema y hematomas. Asimismo, es posible que la paciente tenga que llevar una faja de compresión durante unas semanas para minimizar el edema.

En general, la cirugía de reducción de mamas es una intervención segura y eficaz, y la mayoría de las mujeres quedan satisfechas con los resultados. No obstante, como con cualquier cirugía, existe un riesgo de complicaciones, como infecciones, seromas o cicatrices hipertróficas. Por tanto, es importante que la paciente esté informada de los riesgos y beneficios de la cirugía antes de tomar una decisión.

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