requisitos para recibir la unción de los enfermos

La Unción de los Enfermos es un sacramento de la Iglesia Católica que se ofrece a aquellos que están en peligro de muerte por enfermedad o vejez. Se trata de un sacramento de misericordia y de perdón, y los fieles que la reciben pueden estar seguros de que recibirán la ayuda de Dios en este momento difícil de sus vidas. Si bien no es necesario ser católico para recibir la Unción de los Enfermos, hay algunos requisitos que se deben cumplir para poder recibirla.

En primer lugar, es necesario que la persona que desee recibir la Unción de los Enfermos sea consciente de que está enferma y que está en peligro de muerte. No es necesario que la enfermedad sea terminal, pero sí es necesario que la persona esté en un estado de debilidad física o mental que la haga vulnerable a las complicaciones de la enfermedad. En segundo lugar, es necesario que la persona que desee recibir la Unción de los Enfermos tenga la intención de recibirla. No es necesario que la persona sea consciente de todos los sacramentos de la Iglesia Católica, pero sí es necesario que tenga la intención de recibir este sacramento en particular. En tercer lugar, es necesario que la persona que desee recibir la Unción de los Enfermos esté dispuesta a recibir los sacramentos de la Iglesia Católica. Si la persona no está dispuesta a recibir los sacramentos de la Iglesia Católica, no podrá recibir la Unción de los Enfermos. Finalmente, es necesario que la persona que desee recibir la Unción de los Enfermos tenga algún grado de fe. No es necesario que la persona sea un creyente profundo o un practicante de la Iglesia Católica, pero sí es necesario que tenga algún grado de fe en Dios.

Si cumples con todos estos requisitos, puedes recibir la Unción de los Enfermos de la mano de un sacerdote católico. El sacerdote te dará una breve explicación del sacramento y luego te ungirá con aceite consagrado en la frente y en las manos. Después de la unción, el sacerdote te dará la bendición y te pedirá que rezas una oración. La oración que se recomienda es la siguiente: "Oh Dios, ten misericordia de nosotros y perdónanos nuestros pecados. Líbranos de todos nuestros males, y danos la gracia de servirte en santidad y en justicia todos los días de nuestra vida. Amén".

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