Para que Windows 10 funcione de manera óptima, se deben cumplir ciertos requisitos mínimos del sistema. En primer lugar, el sistema operativo debe tener un procesador de 1 GHz o más rápido, 1 GB de RAM para versiones de 32 bits y 2 GB de RAM para versiones de 64 bits y 16 GB de espacio libre en el disco duro para versiones de 32 bits y 20 GB para versiones de 64 bits. Además, la tarjeta de vídeo debe tener una resolución de 800x600 o superior y debe estar actualizada con los últimos controladores. Por último, se debe tener acceso a una conexión a Internet para descargar e instalar actualizaciones y para acceder a determinadas características, como la tienda de aplicaciones.