Según el Código Civil, un contrato es un acuerdo de voluntades que tiene por objeto la creación, regulación o extinción de un vínculo jurídico.
Para que un contrato sea válido, es necesario que cumpla con ciertos requisitos:
- Que las partes sean capaces de contratar. Esto quiere decir que deben tener capacidad de obrar, es decir, que sean mayores de edad y que no estén incapacitados para ello.
- Que el contrato tenga objeto lícito. Es decir, que lo que se está acordando no esté prohibido por la ley.
- Que el contrato tenga causa lícita. Es decir, que el motivo del contrato no esté prohibido por la ley.
- Que las partes tengan el consentimiento libre y voluntario para contratar. Es decir, que no hayan sido obligadas a hacerlo ni estén bajo ningún tipo de coerción.
- Que el contrato sea preciso y certain. Es decir, que las obligaciones de las partes estén claramente definidas y que no haya ningún elemento de duda sobre ellas.
- Que el contrato sea escrito. Esto no siempre es necesario, pero para ciertos tipos de contratos es obligatorio, como por ejemplo los contratos de compraventa.
Si alguno de estos requisitos no se cumpliera, el contrato sería considerado nulo.