Para que te den una hipoteca, lo primero que tienes que hacer es demostrar que tienes ingresos regulares y suficientes. Esto significa que debes tener un empleo fijo o un ingreso mensual constante que te permita hacer frente al pago de la hipoteca. Además, tendrás que aportar una serie de documentos que acrediten tus ingresos y demás datos personales y financieros. Entre estos documentos, por lo general, se solicita una copia del DNI, un justificante de ingresos, una declaración de la renta o un certificado de empadronamiento, entre otros.
Otro de los requisitos indispensables para poder solicitar una hipoteca es que no estés incluido en ningún listado de morosos como, por ejemplo, en el fichero de ASNEF o en RAI. Tampoco podrás tener deudas pendientes de pago con otras entidades financieras. Por último, pero no por ello menos importante, es necesario que dispongas de un ahorro previo para hacer frente al pago de la cuota inicial, que suele ser, por lo general, del 20% del valor del inmueble.