En primer lugar, es necesario que estés imputado en un procedimiento penal y que no dispongas de recursos suficientes para contratar un abogado particular. No obstante, existen excepciones en los supuestos en los que, aunque dispongas de recursos económicos, puedas solicitar un abogado de oficio. En segundo lugar, es preciso que se trate de un procedimiento penal y que no hayas sido condenado en firme. No obstante, existen excepciones en los supuestos en los que se trata de una infracción penal. En tercer lugar, es necesario que no dispongas de recursos suficientes para contratar un abogado particular. No obstante, existen excepciones en los supuestos en los que se trata de una infracción penal y no hayas sido condenado en firme. En cuarto lugar, es necesario que no hayas sido condenado en firme. No obstante, existen excepciones en los supuestos en los que no dispongas de recursos suficientes para contratar un abogado particular.