Para que el agua sea potable, debe cumplir con ciertos requisitos de calidad. En primer lugar, debe estar libre de contaminantes microbiológicos, como bacterias, virus y protozoarios. En segundo lugar, debe estar libre de contaminantes químicos, como metales pesados, pesticidas y herbicidas. En tercer lugar, debe estar libre de residuos orgánicos, como materia fecal, que pueden ser una fuente de contaminación microbiológica. Finalmente, el agua potable debe tener un buen sabor y olor.
Para garantizar que el agua cumpla con estos requisitos, se debe someter a un tratamiento adecuado. El tratamiento de agua potable incluye el uso de filtros, cloración y desinfección. También se pueden utilizar otros métodos, como la ozonización y la ultravaporización.
El agua potable es esencial para la salud humana. Beber agua contaminada puede causar enfermedades graves, como diarrea, cólera, hepatitis A y salmonela. Por lo tanto, es muy importante asegurarse de que el agua que se consume esté libre de contaminantes.