Los requisitos para poner chip a un perro son muy sencillos. En primer lugar, necesitas un código de identificación personal (PIN) del perro. Este PIN se encuentra en la tarjeta del perro y se usa para registrarlo. En segundo lugar, necesitas una copia del certificado de nacimiento del perro. Este documento se usa para verificar la raza y la edad del perro. Por último, necesitas una fotografía del perro. La fotografía se usa para asegurarse de que el perro está en buenas condiciones físicas y que no tiene ninguna enfermedad visible.
Una vez que tengas todos los documentos necesarios, puedes llevar a tu perro a la clínica veterinaria más cercana. La clínica veterinaria es el lugar donde se realizará el procedimiento para poner el chip. El veterinario insertará un implante subcutáneo en el perro. Este implante contiene el código de identificación del perro. El veterinario también tomará una muestra de sangre del perro. La muestra de sangre se usa para verificar que el perro no tiene enfermedades transmisibles. Después de realizar el procedimiento, el veterinario le dará al perro una tarjeta de identificación. La tarjeta de identificación contiene la información necesaria para contactar a los propietarios del perro en caso de que se pierda. También contiene información sobre cómo contactar a la clínica veterinaria en caso de que el perro necesite atención médica.