La orfandad es una situación en la que un niño queda huérfano, es decir, sin padre ni madre. En algunos casos, el niño puede quedar también sin uno de sus progenitores. En España, según el Código Civil, un niño es huérfano de madre cuando fallece su madre antes de que cumpla un año de edad. Si el niño tiene más de un año de edad, se considera huérfano de madre cuando fallece su madre y no tiene padre vivo. De igual forma, se considera huérfano de padre al niño que fallece su padre y no tiene madre viva.
Por lo tanto, para acceder a la pensión de orfandad es necesario que el niño cumpla alguno de los siguientes requisitos:
En el caso de que el niño tenga más de un año de edad y cuente con padre y madre vivos, no podrá acceder a esta pensión. No obstante, si el niño es menor de edad y tiene alguno de sus progenitores fallecido, podrá percibir la pensión de orfandad hasta que cumpla los 18 años de edad, siempre y cuando sus padres no estén vivos.