Para pedir asilo político en España, el solicitante debe acreditar que está siendo perseguido en su país de origen por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opiniones políticas. Es decir, debe haber un peligro real e inminente de persecución en su país y no poder gozar de la protección del mismo. Asimismo, debe reunir las condiciones para el trámite, como no haber cometido delitos de sangre, no estar sometido a un proceso judicial en España y no haber sido expulsado del territorio nacional en los últimos cinco años.
Para iniciar el trámite, el solicitante de asilo deberá acudir a la Oficina de Asuntos Exteriores y de Cooperación del Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, donde se le asignará un Número de Expediente Único de Asilo (NEUA) y se le informará de los pasos a seguir. Posteriormente, deberá presentarse en la Oficina de Acogida de Refugiados (OAR) más cercana a su domicilio, donde se le realizará una entrevista y se le tomará la declaración. A continuación, se le asignará un abogado de oficio si no cuenta con uno particular y se le notificará la fecha de la vista ante el Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo, donde se decidirá si se le concede o no el asilo.
En el caso de que el solicitante no cumpla con los requisitos para obtener el asilo, podrá solicitar la protección subsidiaria, que es una medida de protección de carácter temporal que se otorga a aquellas personas que, aunque no reúnan los requisitos para obtener el asilo, sí están en peligro en su país de origen por motivos de violencia generalizada, conflictos armados o violaciones graves de los derechos humanos. Para solicitarla, el interesado deberá acreditar que en su país de origen no dispone de protección interna ni internacional.