La mayoría de los ciudadanos de la Unión Europea (UE), de la Asociación Europea de Libre Comercio (AELC) y de Suiza pueden entrar en Francia con su pasaporte o con su tarjeta de identidad en vigor.
Los ciudadanos de otros países necesitarán un pasaporte válido y, en algunos casos, un permiso de viaje o una visa de turismo.
Antes de emprender el viaje, se recomienda consultar las condiciones de entrada y permanencia en Francia que se aplican a su país de origen o de residencia en el sitio web del Ministerio del Interior francés: